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LA  BATALLA  DEL  ARMAGEDON

     El nombre “ARMAGEDON” produce presentimientos y terror en la mente de muchos.  Algunos imaginan una gran guerra mundial en el Medio Oriente.  Otros se imaginan a un Anticristo batallando por la supremacía mundial.  Otros no saben en qué creer o esperar.
     La palabra “Armagedón” traduce en sí misma “un nombre simbólico” (vea Concordancia Exhaustiva de Strong, #717).  Es más, las Escrituras enseñan que habrá una batalla inmensa que involucrará a todo el mundo.
     Esta batalla y controversia no será peleada con armas literales tales como fusiles, aviones o fuerzas armadas.  Sino que será peleada, ya ha comenzado a ser peleada y continuará creciendo en intensidad hasta que toda persona en el mundo llegará a estar involucrada.
     “Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.  He aquí, yo vengo como ladrón.  Bienaventurado el que vela y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.  Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.” Apocalipsis 16:13-16.

     Como puede ser visto, las Escrituras enseñan que esta batalla es peleada entre dos fuerzas principales: Dios, Cristo y sus puros o justificados seguidores, versus el Diablo, malos espíritus y sus malvados e impuros seguidores.  Así que, la batalla del Armagedón es un símbolo que describe esta gran controversia y furioso conflicto entre Dios y Satanás - entre la verdad y el error.  Y esta batalla espiritual involucrará a toda persona sobre la tierra  para que cada uno pueda decidir a quién seguir - a uno u otro, a Cristo y la verdad, o al diablo y al error: a una vida eterna con Cristo, o a una destrucción eterna con Satanás.
     Esta batalla y guerra entre Cristo y Satanás comenzó en el cielo.
      “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón;  y luchaban el dragón y sus ángeles;  pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.  Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.” Apocalipsis 12:7-9.

     Aun cuando el diablo fue echado del cielo, él continúa su guerra contra Cristo y Dios en esta tierra.  Por casi seis mil años este conflicto ha fluido y refluido.  Pero la batalla final será librada en esta gran controversia, el punto hacia el cual todos los eventos se han estado dirigiendo, es el que la Biblia describe como el gran día del Dios Altísimo - la batalla del Armagedón.  Esta batalla final entre la verdad y el error es claramente descripta en Apocalipsis 12, 13, 14 y 18.  Y toda la humanidad ha entrado en esta batalla hoy.
     Puesto que Armagedón es un símbolo que describe la batalla espiritual entre la verdad y el error, ¿cuáles son las armas que el diablo usa en este gran conflicto?  Cosas semejantes a ranas que salen de la boca del dragón, la bestia y el falso profeta.  Ahora las ranas atrapan a su presa con sus lenguas y lo que viene de sus bocas son palabras ingeniosas que se convierten en creencias.  Así que, tres entidades atrapan a su presa al hablar o enseñar diversas doctrinas de error.
     Para aquellos que deseamos seguir a Cristo y la verdad es de suma importancia que identifiquemos claramente quiénes son el dragón, la bestia y el falso profeta, a fin de que podamos evitar ser engañados por sus diversas doctrinas falsas y poner en peligro la salvación.
     Como está revelado en Apocalipsis 12, el dragón es primeramente Satanás.  ¿Y qué declaraciones de creencias erróneas y falsa doctrina se han originado de la boca de Satanás?  Diversas enseñanzas espiritistas, paganas y ocultas en las cuales muchas naciones del mundo han sido establecidas - incluyendo el antiguo Imperio Romano.  Mientras que muchos creen que el paganismo es cosa del pasado, hay millones que  hoy, están involucrados en creencias paganas y la adoración al diablo.
     La primera característica de la religión pagana es la adoración de la naturaleza.  Puesto que, la forma más exaltada en la naturaleza es el cuerpo humano y más particularmente la mente, el hombre es dirigido a adorar los poderes de la mente y así es exaltada la opinión humana antes que la revelación divina.
     De todos los grandes poderes que rigen la tierra, también está demostrado el hecho que en el paganismo, iglesia y estado no estaban separados - sino que estaban conjuntamente unidos.  En Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma, el estado era usado siempre para apoyar y darle fuerza a la religión pagana del momento.  Vez tras vez fueron promulgadas leyes y el poder civil fue usado para imponer la adoración de deidades paganas y falsas creencias.
     Hoy, también como en tiempos antiguos, el espíritu de exaltación y adoración de las opiniones humanas, las instituciones y la tradición; el espíritu de mundanalidad, y el anhelo de unir la iglesia con el Estado a fin de que la iglesia pueda ser fortalecida para imponer sus dogmas y decretos, es el espíritu del dragón.  Y este espíritu crecerá más y más prominentemente hasta que éste culmine en el gran tiempo de angustia para el pueblo de Dios.
     No es sólo este espíritu inmundo el que está trabajando hoy a través del humanismo y otras vanas filosofías - exaltando lo humano antes que lo divino, exaltando el error antes que la verdad - sino que hay un segundo espíritu inmundo que sale de la boca de la bestia.
     En Apocalipsis 13, la Bestia que se levanta de las ruinas de Roma pagana; la Bestia que se unió a sí misma con el paganismo a fin de multiplicar sus números; la Bestia que reinó por 1260 días proféticos (Apocalipsis 12:6), o 3 ½ años proféticos (Apocalipsis 12:14), o 42 meses proféticos (Apocalipsis 13:3) - totalizando cada uno 1260 años literales (vea Números 14:34; Ezequiel 4:6), no es otra sino la Iglesia Católica Romana.
     Este gran sistema religioso del catolicismo exalta a la iglesia organizada antes que  a la conciencia individual, y cuando hay un conflicto entre la Biblia y el credo de la Iglesia, este siempre asume preeminencia sobre la verdad de la Biblia.  Si hay un desacuerdo entre la conciencia de una persona y el dogma de la iglesia, la iglesia a través de su tradición y opinión siempre toma preeminencia.
     En contraste con esta dominación por parte de la norma de la iglesia, Pablo recomendó a los nobles Bereanos porque ellos “recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.” Hechos 17:11.  En ninguna parte vemos a Pablo invitando a los creyentes a aceptar una doctrina sobre la base de la autoridad Apostólica, sino por el contrario, él les recomendó que investigaran las Escrituras por sí mismos para confirmar la verdad de la cual ellos estaban enseñando.  El ideal de la Palabra de Dios como la suprema autoridad y norma debida está en la religión y la verdad de la Biblia (vea Juan 5:39; 2 Timoteo 3:16-17; Isaías 8:20), y este conocimiento nos hace libres (vea Juan 8:32).
     El tercer espíritu inmundo es el Falso Profeta.  Un profeta es uno que declara haber recibido mensajes de Dios y entonces pretende ser vocero de Dios para transmitir estos mensajes al pueblo (vea Números 12:6; Deuteronomio 18:22).  Un falso profeta puede entonces ser alguno que pretende estar hablando por Dios, cuando en realidad no lo está (vea Jeremías 14:14).
     El Falso Profeta no puede referirse al papado, porque este siempre ha afirmado aceptar la tradición por encima de la revelación y el derecho a cambiar los Mandamientos de Dios según su  voluntad.  Pero las diversas iglesias del Protestantismo han profesado seguir la Biblia y la Biblia sola como la base de su fe y doctrina.  Sin embargo, nosotros las vemos a ellas en las pisadas de Roma en la exaltación de la tradición y la opinión humana por encima de la Palabra de Dios.  Ellas son por consiguiente un falso profeta,  adhiriéndose al error, proclamándolo y pretendiendo aún que es verdad de Dios.
     Mientras se diferencian en algunos aspectos, las iglesias Protestantes se están uniendo todas sobre puntos de doctrina en los que todas ellas están de acuerdo, y están asemejándose más y más al Catolicismo Romano.  Cuando, en la búsqueda de sus fines deseados, este Falso Profeta del Protestantismo sigue en las mismas pisadas de Roma,  al unirse con ella y recurrir al poder civil para apoyar sus enseñanzas y pisotear el derecho de la libertad de conciencia a fin de imponer sus dogmas, ella también llegará a ser la Imagen de esta Bestia (vea Apocalipsis 13).
     Al rechazar la verdad, la gente está rechazando al Autor de la verdad y preparándose a sí mismos para colocarse del lado del diablo en este último gran conflicto.  Al persistir en la negativa de aceptar la autoridad de Dios - el Dador de la vida y obedecer sus leyes, hombres, mujeres y niños se están atando a sí mismos al gran apóstata en rebeldía.
     Ningún error golpea más directamente contra la autoridad y el gobierno del cielo, ni es más opuesto a los dictados de la razón que la idea de que la ley de Dios ya no es obligatoria.  La ley es la base de todo gobierno, y no hay ninguna razón o apoyo bíblico para creer, que la Norma del universo a abdicado su responsabilidad y nos ha dejado sin su ley.  Si el diablo puede conseguir que usted deseche totalmente la ley de Dios o simplemente uno de sus preceptos, el resultado es el mismo.  El que ofende “en un punto” manifiesta desprecio por toda la ley; su influencia y ejemplo está del lado de la transgresión; él llega a ser “culpable de todos” (vea Santiago 2:10).  Dondequiera que el precepto divino es apartado, el pecado cesa de aparecer pecaminoso y la justicia deseable.
     Las Escrituras declaran que los espíritus de los demonios obrarán poderosas señales que engañarán si fuera posible al mundo entero y entonces reunirán al pueblo para la última gran batalla.  El punto focal del conflicto será la ley de Dios, particularmente el Sábado, que señala al Dador de la ley como el único Creador y por lo tanto nuestra obligación inherente como sus criaturas es rendirle a El obediencia.  La obra de los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14:6-12 y 18:1-5 es en sentido opuesto a estos ataques a la ley de Dios, presentarle al mundo la adoración debida a Dios como nuestro Creador.
     Con la triple alianza del Dragón, la Bestia y el Falso Profeta todos los pueblos serán obligados a unirse en la plataforma del error contra Dios y la verdad de la Biblia.  Y aquellos que no sigan sus decretos serán muertos.  Así, por medio de las doctrinas engañosas y las enseñanzas de esta triple alianza del Espiritismo, el Catolicismo y el Protestantismo, todos los habitantes de la tierra serán conducidos a decidirse a favor o en contra de Dios y su verdad (vea Apocalipsis 13:15-17).
     Dios nunca violenta la voluntad o la conciencia, pero Satanás constantemente recurre a diversas formas de fuerza y crueldad, a fin de ganar el control de aquellos a quienes no puede de otra manera seducir.  A través del temor o la fuerza efectiva, Satanás se empeña en controlar la conciencia y asegurarse el homenaje a sí mismo.  Para llevar a cabo esto, él obra a través del poder religioso y las autoridades seculares, instigándoles a decretar e imponer leyes humanas que desafíen a Dios y su ley.


TODO  EL  MUNDO  LLEVADO  A  UNA  DECISION

     Otra vez, como en los días de Daniel, una imagen será levantada, como lo fue la imagen de oro en la llanura de Sinar (vea Daniel 3).  El asunto es el mismo - la ley y el honor de Dios.  Justamente como la música y el imponente despliegue llevado a cabo para asegurar el apoyo popular por la imagen de Nabucodonosor en la antigua Babilonia, en este conflicto final habrá señales para engañar.  Antiguamente cuando todas las coacciones menores fallaban, allí estaba el horno ardiente esperando para persuadir la conciencia.  De una manera similar, a la gente guardadora de los mandamientos de Dios se le retirará todo apoyo humano, y finalmente se decretará su muerte como el precio por su plena fidelidad a Dios y su ley.  Unicamente aquellos cuya fe esté establecida en la segura Palabra de Dios, serán capaces de permanecer en medio de la cercana y total apostasía.
     Pero en el momento más oscuro de la historia de la tierra, cuando en la escena final de esta batalla del Armagedón, pareciera que las fuerzas del mal pudieran prevalecer seguramente y que el obediente pueblo remanente de Dios debiera sellar pronto con su sangre su testimonio, los seguidores de Dios serán liberados y todos los obreros de iniquidad serán destruidos.  Cristo mismo vendrá para salvar a sus fieles y obedientes seguidores y llevarlos a su hogar.
     “En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.” Daniel 12:1.

     “Después que el padre de familia se halla levantado...os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartáos de mí todos vosotros, hacedores de maldad.” Lucas 13: 25, 27.

     “Así humillarás el orgullo de los extraños...destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho.  Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.” Isaías 25:5, 8-9.

     Es SU DECISION determinar hoy, qué lado USTED estará tomando en esta gran batalla del Armagedón entre Dios y Satanás - entre la verdad y el error.  No habrá espectadores neutrales.  Cada persona estará colocada en uno de los dos bandos. Usted se unirá a los que se empeñan en hacer nula la ley de Dios o estará entre aquellos fieles que vivirán de toda Palabra de Dios, y que guardan todos sus mandamientos.
     “¿Hasta cuando claudicaréis vosotros entre dos pensamientos?  Si Jehová es Dios, seguidle; y si baal, id en pos de él.” 1 Reyes 18:21.

     “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quien sirváis...pero yo y mi casa serviremos a Jehová.  Entonces el pueblo respondió y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová...” Josué 24:15-16.